viernes, 19 de febrero de 2010

Imbéciles

Los esqueletos ya no hacen el amor. Se limitan a chocar sus huesos, pelvis contra pelvis, y dejan que la casa retumbe como una escandalosa pandereta.

Todo aristas, a veces tienen la sensación de que el roce de una escápula afilada puede cortarles y hacerles sangrar cuales cerdos.

Han olvidado que no les quedan venas que cortar.

Los sacos de huesos ya no recuerdan cómo llegaron hasta aquí. Se limitan a repetir los movimientos que una vez aprendieron, cuando el choque de sus cuerpos no hacía temblar las paredes como ahora. Los labios encontrándose, los muslos entrelazándose, las manos desplazándose por la espalda no hacen ruido.

Quedaron atrapados, así. Creyeron besarse por primera vez, cuando lo que hacían era sellar la maldita mentira que ahora les ata, les impide separarse el uno del otro. Al principio se reían, entre orgasmo y orgasmo, pero terminaron por olvidar también cómo bromear.

Si a alguien se le hubiera ocurrido preguntar, habrían contestado que eran felices. Un par de modelos anatómicos vacíos habrían afirmado ser el ejemplo absoluto de la felicidad.

Vaya par de imbéciles.

1 comentario:

  1. Lo noto todo un poco resentido... "qué rabia; qué injustas son las cosas" pero nada de envidia. O al menos así me sentiría yo si hablase así de estas cosas. Que así he hablado yo alguna vez. Bastantes ^^

    Queda un poco soverbio y quejica, pero estoy muy de acuerdo: http://riothouse.files.wordpress.com/2007/12/happiness-intelligence-lisasimpson.jpg .

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