[...]
Porque siempre creí que todo sería distinto y me veo igual.
Porque cuando era pequeña me creía mis propios cuentos, pero nunca eran los demás los que me rescataban sino que yo era la rescatadora, y ahora siento que si no me rescatan me hundo.
Porque me pensé valiente y buena, y me veo cobarde y conformista.
Porque me quiero feliz, pero no sé cómo se alcanza la felicidad, y no sé si esto es felicidad o es un sucedáneo en polvo.
Porque quería viajar y ni si quiera salgo a pasear por mi barrio.
Porque no quería cadenas, pero están los demás.
Porque no quería, y me quieren.
Por eso mismo.
(Felicísimo año nuevo)
viernes, 31 de diciembre de 2010
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¡Feliz Año!
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